Esta mañana ha llegado un niño, de esos pacientes que ingresan de forma reiterada en planta, por enfermedades crónicas. Al final, forman parte de nuestras vidas, son parte de nuestras vidas.
Antes de marchar, le pedí que me hiciera un sol de papel, a él le encantan las manualidades, pero tenía tantos encargos que no podía hacerlo. Pensé que lo había olvidado.
Esta mañana al llegar al trabajo, esperaba en la sala de espera para una de sus revisiones rutinarias. Me ha llamado “Gema”, no es mi nombre, pero es lo de menos, se ha acercado a mí, y me ha dicho: “ Tienes tu sol en escolares”. Es cierto, allí estaba, junto a una notita que decía: “ Con todo mi cariño y su nombre”.
Éstas son las cosas que hacen de la pediatría algo especial…
Un beso enorme para él, y para cada uno de los niños.
Hablando de manualidades, le dije a unos amigos que cosas saben de manualidades y estos me salieron con otra cosa que nada tenia que ver con manualidades, no sabia si reirme o darles un golpe
Es una pena que cuando llegamos a ciertas edades perdemos esa inocencia de la infancia. saludos.
No me extraña, te ganas a la gente con tu sonrisa.
Caminante, tienes razón, pero creo que a todos se nos queda algo de esos niños que eramos en el corazón, aunque no queramos o no sepamos sacarlo a relucir.
Lo que más me gusta es que se nota que amás tu trabajo. O que ese niño te hace hace amar tu trabajo.
Es muy lindo saber que a pesar de tanta mierda están esas pequeñas cosas que nos hacen bien.
Saludos